Flores amarillas, una historia sin nombre

Por Sonia Elisabeth Rubino
A lo largo del año hemos compartido historias de diferente índole. Todas tienen su sello, su marca, su esencia y de eso se nutre cada palabra que va caminado por los renglones hasta llegar a cada uno de los lectores que a veces empatizan y se reflejan como retrato en la nota que rebota en sus manos.
Siempre prevalece el orgullo de comenzar con el nombre, el apellido, la firma en un negocio, una empresa, en definitiva, hacernos cargo poniendo el rostro a una historia para que aquellos que nos conocen, nos reconozcan y a los que no, le lleguen las palabras para intentar ponerse en el lugar de el o la protagonista.
En esta ocasión y por elección de quien nos cuenta su relato, esta historia que tiene un nombre y también un apellido, pasa a ser anónima justamente para preservar la imagen, la privacidad y la integridad de quien nos cuenta con mucha valentía y dolor su historia en primera persona.
Vamos a tratar de ser lo más objetivos posible acudiendo a la voluntad de los lectores, nuestros fieles seguidores que conocen la dinámica y seguramente van a intentar comprender a nuestro por hoy NN.
Apelando a su criterio vamos a comenzar un camino lleno de espinas que supo encontrar la rosa y descubrir los colores de la vida misma.
¿Dónde naciste?
'Nací en Misiones'
¿Me podés contar algo de tus vivencias?
'Nosotros somos ocho hermanos, todos varones, yo soy la única mujer. Vivíamos con mis padres hasta que se separaron. Quedamos nosotros con mi mamá, allá en Misiones y al tiempo nos vinimos para Buenos Aires.'
¿Por qué vienen a Buenos Aires?
'Allá nosotros teníamos casa, teníamos todo cuando mis padres se separan por una infidelidad.
Mi madre lo quiso recuperar y se vino para acá porque sabía que él estaba en Buenos Aires. Lo vino a buscar y nos trajo. Ella siempre quiso volver con él, pero mi padre ya no quiso.'
¿Dónde encuentran un lugar para vivir?
'Un pariente de ella nos prestó una casa que era un sucucho, una casa antigua. Y nos quedamos ahí un tiempo hasta que mamá se acomodó. Después se puso de novio con un paraguayo que nos maltrataba. Lo teníamos que atender. Primero empezó por nosotros Después como ya habíamos crecido y éramos un poquito más grandes, fue por ella. Recuerdo que hasta me quiso ahorcar. Tenía 8 años.
Gracias a mi hermano mayor, la puedo contar.'
¿Cómo fue tu adolescencia?
'Triste, no sólo no me festejó mis 15. Vivía encerrada porque tampoco podía tener amigos. Iba a la escuela .Era era una nena todavía, salía de la escuela y si llegábamos 20 minutos más tarde nos pegaba con los cables de la luz.
Su maltrato era más violento conmigo y uno de mis hermanos.'
¿Te preguntaste por qué?
'Porque yo me parezco a mi papá. Me maldecía constantemente y se arrepentía de haberme tenido. Ella siempre me dijo que yo le había arruinado la vida.
Siempre fue conmigo la cosa aunque me ayudó en algún momento. Pero no estuvo cuando yo la necesité de chica, no me defendió y me vendió a los 12 años a uno de sus maridos.'
A ver, explícame, ¿Te prostituyó?
'Bueno, yo de chica nunca había usado vestido, pollera, porque yo era re machona, tenía hermanos varones, vivía jugando al fútbol, a las bolitas, todas cosas que hacían los varones. Y un día me hizo poner un vestido para llevarle la comida a un colectivero en la parada. Yo le decía que no, que no me quería poner esa ropa porque no usaba vestidos.
Ella me obligó y yo inocente, con mis 12 años me puse esa ropa.
Cuando le entregue la comida al hombre me doy cuenta que era su marido, al que teníamos que atender en todo. Cuando subo al colectivo, me dice que le lleve la comida al fondo del micro.
Yo inocente, 12 años, ¿Qué podía imaginar? Jamás iba a pensar algo raro. El hombre me agarra, me cierra las puertas con las trabas. El colectivo se cerró y me encerró. Básicamente. Cuando él va para el fondo y se tira sobre mi como para sacarme la ropa lo empuje y grité: ¿Qué hacés? Abrí una de las ventanillas del colectivo, me tiré y salí corriendo.
Fui a casa y le cuento lo que me quiso hacer su marido.
Lejos de consolarme, ella se enojó mucho porque le hice perder mucha plata.
Yo en ese momento no sabía lo que pasaba y después contándole a mis hermanos, uno de ellos me dice que nuestra madre me había vendido y me hizo abrir los ojos.
Yo me fui al tiempo. Me escapé.
Ese día me dio una paliza terrible, quedé toda marcada, siempre estuve toda marcada, me pegaba con los cables, con palo de escoba, una vez llegué tarde de gimnasia dos minutos y ya estaba calentando la comida. Con la sartén caliente me pegó en la espalda a la vez que me insultaba.'
¿Cómo logras formar tu familia?
'Yo me junté a los 15 años con mi primer novio y hoy es mi marido. Este año van a ser 25 años que estamos juntos. Yo lo conocí trabajando. Nos pusimos de novios y al tiempito le pedí que me saque de ahí. Él no quería, yo estaba estudiando y nos fuimos a la casa de mi hermano mayor.
Ella hizo la denuncia como que me había escapado de la casa pero yo me fui a la casa de mi hermano más grande, no es que me fui a ningún lado ni con alguien, me fui a la casa de mi hermano mayor, me quedé un tiempo y después nos hicimos una casita en la casa de mi suegra.'
¿Sos mamá ahora?
'Si, yo al tiempo quedé embarazada del nene más grande y mi marido trabajaba en el mercado central. Había estado ahorrando algo de plata para el bebé, y junté 200 pesos que en esa época era mucho.
Una tarde mi madre me fue a visitar y me pidió dinero. Se enojó muchísimo porque no se los presté. Yo tenía una panza grande ya y aún así me arrinconó y me empezó a pegar embarazada, se cansó de pegarme.'
¿Conoce a tus hijos?
'El bebé nació bien y ella lo fue a conocer. Por eso te digo, tenía cosas muy malas y a la vez tenía cosas buenas.
Yo siempre traté de entenderla.'
Salgamos de éste lugar ¿Hiciste la secundaria?
'Sí, estudié, terminé la primaria, terminé la secundaria, estaba estudiando para contadora. Me encanta estudiar, me encanta aprender cosas y siempre luchando.
¿Y en qué momento deciden venir a Chacabuco?
'Nosotros nos vinimos a Chacabuco porque mi padrastro, el único padrastro que nunca nos pegó y nunca nos faltó era de Chacabuco. Yo lo llamo mi viejito.'
¿Creciste de golpe?
'Tuve que hacer todo de golpe. Pero ahora tengo una familia hermosa. Me festejaron los 40 porque no tuve fiesta de 15. Mis hijos, mi marido, mi hermano me hicieron la entrada con música, con souvenir, con centros de mesa.
Me dejaron notitas por todos lados para que vaya siguiendo paso por paso.'
¿Sentís que es la recompensa ante una vida tan dura?
'Creo que sí, muy dura, pero tengo la felicidad de ver crecer a mis hijos .'
¿Me dijiste que nadie se acordó de tus 15 años?
'Esa mañana encontré una nota de mi madre para que prepare a mis hermanos para ir a la escuela pero ni se acordó.
Estábamos mi hermano más chiquito y yo.
Fui a la escuela, vine, hice la tarea, todo y el único que me saludó fue mi hermano. No tuve torta, no tuve saludo de mis hermanos más grandes tampoco.
A los 2 o 3 días se acordaron de que había sido mi cumple.'
¿Volviste a ver a tu papá?
'Para mí mi papá era mi padrastro que ya falleció.'
¿Cómo es tu vida hoy? ¿Estás tranquila, estás bien, sos feliz?
'Estoy tranquila. Tuvimos muchas mudanzas, aprendí a levantar paredes, siempre buscando progresar y darle lo mejor a mis hijos a través del ejemplo y desde el amor.
Hablo a veces con mi mamá y mis hijos le dicen abuela. La quieren porque nunca les transmití rencor.'
¿Y vos te seguís reinventando?
'Hice de todo, vendo, voy a la feria, tengo la peluquería, hago delivery a la noche.
En mi casa nunca faltan las flores amarillas, también fueron parte de la decoración en mi cumpleaños N° 40. ¿Sabés por qué? Porque en casa saben cómo me gusta el color amarillo y para mí eso es la felicidad.'
Si hablamos con criterio un NN nos remite a alguien de quién se desconoce su identidad.
Debo reconocer que nunca ví a una persona llevar con más dignidad su nombre y su apellido.
Pero ella no está sola y detrás suyo hay una familia que la ama y la acompaña y prefiere resguardar su intimidad.
¡Es un derecho adquirido y ganado después de tanto dolor!
Sólo quiero acotar que cada historia me deja un aprendizaje y hablar desde un NN no es cobardía.
Es la actitud de quien pudo resolver su angustia con amor. El mismo que la lleva a proteger a los suyos dejando en su fuero íntimo su nombre real.
¡Gracias flores amarillas!
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