Hoy, como en 1945

OPINIÓN / Por Gustavo Porfiri
A pesar de los obstáculos interpuestos por la Unión Europea y las amenazas del líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, numerosos líderes mundiales arribaron a Moscú para honrar la memoria de los soldados soviéticos que liberaron al mundo del nazismo. A 80 años de la Gran Victoria, el pueblo ruso sigue combatiendo al nazismo que sigue siendo una amenaza.
Entre los dignatarios que llegaron a Moscú se encuentran los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; China, Xi Jinping; Serbia, Aleksandar Vucic; Venezuela, Nicolás Maduro; y Cuba, Miguel Díaz-Canel.
En su discurso ante sus huéspedes, Putin calificó el 9 de mayo de "fecha sagrada" y destacó que "la Unión Soviética desempeñó un papel decisivo en la derrota del nazismo", una "verdad histórica" que —dijo— "nadie puede silenciar, denigrar o quitar". "No olvidaremos a nuestros aliados y camaradas en la sagrada lucha", añadió, recordando que "la victoria fue protagonizada por los esfuerzos comunes de los pueblos de Europa, Estados Unidos, África, América Latina, la región Asia-Pacífico". Entre otras cosas, el mandatario ruso señaló que es el "deber" de los políticos modernos ante los héroes de la Segunda Guerra Mundial "aprovechar al máximo el enorme potencial" de la ONU. "Hoy en día, cuando se está estableciendo un orden mundial más equitativo, la relevancia y la importancia de la ONU vuelven a crecer. Es importante seguir reforzando su papel central en la coordinación en los asuntos mundiales, para garantizar el estricto cumplimiento de las normas y principios básicos del derecho internacional consagrados en la Carta de las Naciones Unidas en su totalidad, integridad e interrelación", subrayó.
Más adelante el titular del Kremlin afirmó que "La celebración del 80.º aniversario del Día de la Victoria reunió en Moscú a los dirigentes de los más diversos Estados soberanos que representan modelos distintos de desarrollo político, económico y social, diferentes religiones, visiones del mundo, civilizaciones y culturas. Y tal diversidad no nos divide, sino que, por el contrario, nos enriquece y nos hace más fuertes", dijo. En este sentido, el presidente ruso resaltó que todos estos países abogan "por la justicia y la igualdad, por el establecimiento de altos ideales de amistad y buena vecindad, por la armonía y el respeto mutuo, por la consideración de la opinión y los intereses de todos, por una seguridad igual e indivisible para todos".
En conclusión, el jefe de Estado instó "a toda la comunidad mundial a la solidaridad en la resolución de los problemas urgentes de nuestro tiempo, a la responsabilidad común para con la generación futura". "Confío en que solo estos planteamientos garantizarán la paz, la prosperidad y la igualdad de oportunidades a largo plazo para todos los pueblos de la Tierra", señaló.
Hermanos de sangre
El otro gran protagonista de estas horas es el presidente de China, Xi Jinping, que voló a Moscú para las celebraciones de este 9 de mayo. La "gran amistad" entre China y Rusia está "cimentada en sangre", y fueron las dos naciones que "contribuyeron decisivamente a la victoria sobre el fascismo" en la Segunda Guerra Mundial, declaró este jueves el presidente del gigante asiático. "Es importante seguir siendo amigos de confianza para siempre en el espíritu de la amistad templada. Hace 80 años, los Ejércitos y los pueblos de China y Rusia lucharon altruistamente contra las fieras militaristas y los nazis. Hombro con hombro, escribieron un capítulo majestuoso en la historia de la humanidad, cubriéndose de gloria inmarcesible. La gran amistad de nuestros pueblos ha sido forjada por el fuego y cimentada por la sangre", dijo el dirigente chino.
"Creo que es importante reforzar la confianza política mutua e intensificar la interacción estratégica de China y Rusia, cuyas relaciones serán cada vez más maduras y fuertes. Es importante seguir siendo socios fiables con el espíritu de ganar-ganar y la prosperidad compartida", agregó.
Una voz desde el Caribe
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, también presente en Moscú, se refirió a las enseñanzas del fallecido revolucionario y presidente cubano Fidel Castro sobre la Gran Guerra Patria. Entrevistado en una edición especial del programa 'Mesa redonda' con RT en español, el mandatario caribeño leyó reflexiones de Fidel "sobre la repercusión y el alcance de la Gran Guerra Patria". El presidente cubano aseveró que el análisis hecho por el líder de la Revolución cubana "tiene que ver con el desmontaje del neofascismo que nos tratan de imponer". "Esta primera reflexión es para el mundo", dijo Díaz-Canel y a continuación leyó: "El derrocamiento del fascismo creó condiciones nuevas para todo el mundo. Antes de la Segunda Guerra Mundial, si mirábamos los mapas de África, nos encontrábamos con que no había un solo pueblo libre en todo el continente africano. Si mirábamos al continente asiático, veíamos que existían muy pocos pueblos que no estuviera colonizados en aquel continente. Si mirábamos América Latina, la veíamos absolutamente dominada por el imperialismo yanqui. Unas pocas potencias se habían repartido el mundo, lo esclavizaban y lo explotaban". Ante estas palabras, el presidente cubano advirtió: "Si no enfrentamos ese neofascismo, vamos a volver a esto que describía Fidel".
No hay mucho para agregar, solamente repasar el título de esta nota y recordar que -como hace ochenta años- el destino de la humanidad se está jugando en el terreno geopolítico y militar y allí, nuevamente, el pueblo ruso está en la primera fila. ¡Honor y Gloria, por ayer y por hoy!
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