Inflación a la baja con salarios que no alcanzan:El impacto en los comercios de alimentos

La llegada de las fiestas atraviesa una inflación a la baja, aunque gran parte de los vecinos perdieron su capacidad de compra por las políticas económicas recesivas del Gobierno nacional. Para indagar el comportamiento de los consumidores, Cuatro Palabras consultó a distintos comerciantes de la ciudad que brindaron un panorama sobre la evolución de los precios de la canasta navideña y cómo debieron adaptarse a esta nueva realidad, ofreciendo productos más baratos. 'Si te quedás acá vas a ver que no entra nadie', dice un comerciante a la cronista. 

Se pude suponer  que las compras navideñas están impactadas por la caída del poder adquisitivo y el arrastre de la inflación del primer semestre del año. Para conocer el comportamiento de los consumidores, visitamos algunos comercios de barrio del rubro alimentos. 

Según el responsable del mercado Arcoíris, el armado del año anterior cercano a las elecciones y con el proceso devaluatorio fue un lío y 'no se podían definir precios'. Aunque este año percibe cierta estabilidad financiera que le ha permitido mas certeza en los precios, lo concreto es que 'la gente lleva lo más económico, como budines por $900, garrapiñadas que rondan los $700 y distintas opciones de sidra. En su local, la canasta navideña de este año, tiene un valor de $12.500 e incluye una variedad de productos tradicionales como duraznos en lata, vino, sidra, gaseosa, budín, pan dulce y turrón.

El propietario de La Finca, cuenta que ofrece todos los años la canasta navideña de una marca reconocida. Si vendiera esos productos al público de manera individual costarían alrededor de $45.000 . Según explica, esa canasta incluye garrapiñada, turrón, maní con chocolate, dos pan dulce, dos budines , sidra y confites de chocolate.

De todos modos, lo que más vende es budín. 'Tiene un costo relativamente bajo y la gente para el mate lo empieza a consumir, el pan dulce también está saliendo, pero más tranquilo, más sobre la fecha, seguramente el 23 o 24 viene la gente', cuenta.  

Al referirse al negocio, no duda en remarcar que 'las que ganan siempre son las grandes comercializadoras de alimentos', que venden las cajas navideñas al por mayor para empleados de distintas industrias. 'Eso genera que los que ganan acá son los supermercados grandes, porque no me van a venir a comprar a mí para cincuenta empleados, no van a los boliches de barrio', agrega. 

En cuanto a las gaseosas, dice que aumentaron cerca de un 5%, y que en 'muchos casos lo absorbo yo para no ir cambiando a cada rato los precios'. 

Por su parte, el propietario de una despensa ubicada en Conesa y Santiago del Estero decidió no ofrecer este año la canasta navideña. 'Como pinta la situación no se si voy a traer sidra para vender, con eso te digo todo. No hay venta, cero, puedo decir que esto está muy triste, si vos te quedas acá vas a ver que no entra nadie', asegura y cuenta que otros años le consultaban por lechón, cordero, y 'ahora nada'. 

Además, aunque ofrece minutas como empanadas o arrollados, pizzas y postres caseros, 'ahora hay que hacer lo justo, porque sino se te pone feo'. 

En esa línea dice que 'esto depende del bolsillo de la gente, cuando no tiene poder adquisitivo, compra poco, lo justo'. 

'La verdad que no estoy en un buen momento, no sé cómo le estará yendo a los otros, yo pagué  como 300 mil pesos de luz, el año pasado era llevadero, hay gente que sigue sosteniendo que esto va a cambiar, que la economía va a mejorar, pero a qué costo, no tengo muchas esperanzas', cierra. 

El Super 3, es parte de una cadena de supermercados locales. Cuenta con una caja navideña que contiene un pan dulce, sidra y budín. Lo básico. El encargado asegura que 'no hay mucho movimiento hasta ahora' y 'lo que más se vende son los pan dulces o budines que la gente consume durante todo el año'. Respecto a los aumentos, aseguran que sí los hay pero que 'nada fuera de lo normal'.