Jugar a los cowboys no es gratis, Mister Trump

OPINIÓN / Por Gustavo Porfiri
Recientemente, la 'nueva' administración estadounidense ha desatado -o intensificado- la guerra comercial a nivel global. Don Donald se ha puesto el casco y ha disparado munición arancelaria de gran calibre contra todos. Una primera respuesta llegó rápido desde China, seguramente el verdadero objetivo de Washington en esta cuestión. Días de guerra, de las comerciales y de las otras. Un mundo marcado por un fin de época y por la esperanza de que luego vendrán días mejores.
La información dura dice que, el arancel mínimo del 10% impuesto por el presidente estadounidense Donald Trump sobre gran parte de los productos que ingresan a Estados Unidos desde el resto del mundo, entró en vigor este sábado y cayó como un mazazo al comercio global. Esta tarifa aduanera extra se suma a los impuestos existentes, pero algunos bienes quedan exentos como el petróleo, el gas, el cobre, el oro, la plata, el platino, el paladio, la madera de construcción, los semiconductores, los productos farmacéuticos y los minerales que no se encuentran en suelo estadounidense. Las importaciones de acero, aluminio y automóviles tampoco se ven afectadas, aunque ya están sujetas a recargos del 25 por ciento.
Canadá y México, socios de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), se hallan bajo otro régimen: 25% a los productos fuera de este acuerdo (excepto 10% a los hidrocarburos canadienses).
Esta guerra comercial declarada por el republicano se recrudecerá el 9 de abril con la entrada en vigor de impuestos más altos para otros países, incluidos aquellos que exportan más de lo que importan. Será un +54% en total para China (sumando varios aranceles), +20% para la Unión Europea (UE), +46% para Vietnam, +24% para Japón, +15% para Venezuela, +18% para Nicaragua.
La lista de Trump afecta a unos 80 países y territorios, incluidos los 27 países del bloque europeo, según un documento oficial publicado este viernes por el gobierno estadounidense. Es interesante ver que, en un principio, la lista incluía a las islas francesas de San Pedro y Miquelón, en el Atlántico, y a los territorios australianos de las islas Heard y McDonald, en la región subantártica, habitados solo por colonias de pingüinos.
El Día de la liberación
Con toda esta artillería activada, Donald Trump había desatado la mayor guerra económica de la historia y estaba absolutamente orgulloso, hablaba de 'terminar de sanar al paciente enfermo', de ahora en más todo sería absolutamente espectacular y hasta llegó a decretar el 'Liberation Day'. Por fin los Estados Unidos se habían sacado al mundo de encima, un mundo que -según el mandatario de pelo color zanahoria- solo está pensando en cómo fastidiar y sacar ventajas del país norteamericano.
Sin embargo, las medidas de contraataque por parte de China no se han hecho esperar y todo indica que serán un golpe difícil de asimilar. China no habla mucho pero golpea fuerte y estableció aranceles adicionales del 34% a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos. Así lo informó el gigante asiático en un comunicado del Departamento de Aduanas, la Comisión de Aranceles del Consejo de Estado. La medida entrará en vigor a partir del próximo 10 de abril. Pero además China presentará una demanda ante la Organización Mundial del Comercio por la imposición de aranceles. Asimismo, prohibió la exportación de artículos de doble uso a dieciséis empresas estadounidenses, y colocó a once más en una lista de entidades no confiables debido a su comercio con Taiwán. De doble uso, en este saco se refiere a aquellos artículos que pueden ser utilizados para fines civiles como para fines militares. Cuidado, porque el ambiente se caldea.
Lógicamente, China exporta más a Estados Unidos de lo que importa del país norteamericano, sin embargo, la respuesta asiática, además de rápida es un golpe importante del que los mercados ya se están haciendo eco: al cierre de las operaciones del viernes, el índice S&P 500 perdió un 5,9 %, mientras que el Nasdaq y el Dow Jones registraron pérdidas del 5,8 % y 5,5 %, respectivamente. En su conjunto, las acciones estadounidenses reportaron su peor baja desde marzo de 2020, durante la pandemia del covid-19. "El mundo ha cambiado y las condiciones económicas han cambiado", afirmó Rick Rieder, director de inversiones de renta fija global de BlackRock, el grupo buitre más poderoso del planeta. Aquí el estimado lector debe pronunciar la frase del título.
En definitiva, observamos claramente cómo, más allá de que la economía mundial pueda entrar en una etapa nueva, no hay dudas de que el antiguo régimen económico mundial se está derrumbando día a día, ante nuestros ojos. Estamos en el inicio de un nuevo sistema mundial económico y también geopolítico. Lo estamos viendo en directo y la conclusión, por ahora, es que el sistema que intentó quedarse con el mundo entero trastabilla y apenas se puede mantener de pie. Consciente de su propia debacle, el Occidente imperial prefiere morir matando, sosteniendo las guerras -económicas y de las otras- hasta su último día. Ojalá ese verdadero Día de la Liberación llegue pronto.
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