La lechería no levanta vuelo

Datos publicados recientemente por el Observatorio de la cadena Láctea Argentina (OCLA) dan cuenta de que cada vez hay menos unidades productivas, un stock de vacas cercano a 1,6 millones de cabezas, y una baja de la producción individual promedio de 23 lts/vaca/día o 7.100 lts/vaca/año.
A excepción del período 1991/2000, cuando se produjo un fuerte crecimiento anual de la actividad (7,2%) en los últimos 20 años el sector en la Argentina sólo creció al 0,5% anual, mientras el mundo lo hizo al 2% anual.
Con un consumo interno relativamente estable, de entre 180 y 210 litros equivalentes por año y por habitante, las exportaciones han crecido en los últimos 5 años para lograr un ingreso de 1.300 a 1.500 millones de dólares, cifra ya alcanzada en 2011-2013.
El potencial de crecimiento que tiene la actividad lechera es grande y permitiría, por un lado, mejorar el consumo interno por habitante y, a la vez, aumentar las exportaciones y generar un mayor ingreso de divisas. Sin embargo, la lechería, como la producción de carnes y otras tantas actividades requieren de inversiones importantes y miradas de resultados a mediano y largo plazo.
Partiendo del actual nivel de producción, es factible pensar en una lechería al 2030 de 14.000 a 14.500 millones de litros anuales de producción. Esto implicaría crecer al 4% anual promedio, alcanzar un aumento en las exportaciones de un 70% al 80%, llegando a un ingreso de 2.300/2.400 millones de dólares anuales y llevar el consumo interno de 190 a 210/220 litros/año y por persona.
Relacionadas
