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Que Dios nos Bendiga

21/01/2025
Que Dios nos Bendiga

El presidente de Estados Unidos defendió el uso de aranceles para proteger a los trabajadores y aumentar los salarios. "Dios me salvó para que este Estados Unidos sea grande de nuevo", dijo.

 

Donald Trump asumió ayer la presidencia de su segundo mandato en Estados Unidos con un estilo recargado y más poder que en su etapa anterior. El temor por la falta de contrapesos será una de las constantes de esta nueva etapa marcada por la intención de medidas fuertes en materia migratoria y el anuncio de 100 decretos el primer día. 

El presidente cambió el escenario de la toma de mando y abandonó las tradicionales escalinatas para realizar el acto protocolar adentro. Esto está marcado por las bajas temperaturas, pero también tuvo un elemento simbólico importante, dado que es la primera vez desde 1985 que un presidente jure el cargo dentro del Capitolio cuando Ronald Reagan, el presidente que más admira Trump,  tuvo que hacerlo al inicio de su segundo mandato debido a las adversas condiciones meteorológicas. 

En el comienzo de su discurso, Trump dijo "la era dorada de EEUU comienza ahora, nuestro país va a florecer y será respetado y pondré a EEUU en primer lugar". El presidente habló de recuperar la soberanía, una justicia equitativa y seguridad para construir un país con orgullo, próspero y libre".

"EEUU será más grande, más fuerte y más excepcional como nunca antes. Vuelvo al gobierno seguro que estamos empezando un nueva era de éxito, de cambios y tenemos la oportunidad de aprovechar esta oportunidad", continuó el jefe de estado.

Trump planteó que "los retos que enfrentamos son muchos. La crisis de confianza, el establishment corrupto le sacó poder a nuestros ciudadanos, no estaban preparados ni pudieron manejar simples crisis. Estaban involucrados en conflictos en otras partes del mundo, se les dio cobijo a delincuentes y financió la seguridad de las  fronteras de otros países pero se negó a proteger las nuestras".

El presidente norteamericano reforzó su narrativa de perseguido político durante la gestión Biden y aseguró que "me han desafiado más que a todos los presidentes de EEUU, me han querido quitar la libertad y la vida. Pero Dios me salvó para que este Estados Unidos sea grande de nuevo".

El discurso de Trump intentó ser amplio en relación a las razas, credos y cultos y hasta reivindicó a Martin Luther King, el histórico luchador contra la segregación racial que fue asesinado.

Dentro de los decretos urgentes que firmará, el magnate elevó la tensión con México e informó que declarará la emergencia en la frontera sur y dijo que "todas las entradas ilegales se detendrán para devolver delincuentes a los países de los que vinieron". "Vamos a reinstaurar el permanecer en México, enviaremos tropas para enfrentar esta invasión espantosa y los cárteles de droga serán declarados organizaciones terroristas internacionales", agregó. 

En términos económicos, Trump pronosticó "la derrota a la inflación" y la autorización del uso del petróleo en detrimento de las energías renovables.  La idea de Trump es "proporcionar la energía más barata del planeta, reducir los impuestos, rebajar los precios, aumentar los salarios y devolver miles de fábricas a Estados Unidos mediante el uso de aranceles". 

En esa línea, planteó que se "pondrá fin al pacto verde para relanzar al sector automotriz y salvar los empleos". "Podrán comprar los autos que quieran y construiremos autos de nuevo", arengó. 

El discurso tuvo una línea marcada en favor de los sectores asalariados de Estados Unidos que se verán, según su mirada, beneficiados por su política proteccionista y la implementación de los aranceles". "Vamos a cambiar el sistema de comercio para proteger a nuestros trabajadores, los aranceles serán para enriquecer a nuestros ciudadanos", aseveró. 

 

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