Un kilo de bifes o la vida

De febrero a hoy, tres bifes angostos envasados al vacío, en la góndola del Supermercado La Anónima, tuvieron un incremento del orden del 80 por ciento.
'Creer o reventar', dice el refrán, y lo cierto es que mientras el gobierno asegura que ha bajado la inflación y que la última devaluación pos acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no impactó en los precios, las góndolas o las heladeras, en algunos casos, dicen todo lo contrario. La cadena de supermercados La Anónima, una de las mas grandes del país, con posición monopólica en el sur argentino y gran despliegue territorial en la provincia de Buenos Aires, es un caso testigo de algunos precios que claramente son referencia de los consumidores en el mercado interno.
Históricamente la carne fue uno de los principales alimentos en la mesa de los trabajadores, que por supuesto con el paso del tiempo dejó de serlo, y junto con ello hubo un cambio de comportamiento en los hábitos de alimentación. Pero más allá de las eternas discusiones entre los que dicen que en el país de la alfalfa y las vacas, nadie debería dejar de tener derecho a comer un asado cada vez que le plazca, o desde la vereda de enfrente, los que aseguran que es un lujo que solo muy pocos se dan en los países desarrollados, lo concreto es que en algunos rubros la inflación vuela.
'La única verdad es la realidad', en las heladeras de La Anónima, tres bifes angostos de aproximadamente 900 gramos rondaban los 12 mil pesos en el mes de febrero; el mismo producto, de igual cantidad de gramos, ayer tenia un precio de venta cercano a los 22 mil pesos.
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