Una marcha potente y diversa
Por Manuel Barrientos
Fue una marcha grande, potente, diversa. De las más importantes desde la asunción de Javier Milei. Miles de personas agrupadas, sueltas, niñas, adolescentes, jóvenes, mayores, caminaban para reclamar por los derechos de las mujeres y las diversidades, contra el fascismo y el racismo, por no dar ni un paso atrás en las libertades conquistadas en estas cuatro décadas de democracia.
Se ven colectivos por los derechos LGBTIQ, sindicatos, centros de estudiantes, organismos de derechos humanos, partidos políticos, asambleas vecinales, gente suelta, amigos, familias, parejas. No hay columnas que se imponen sobre otras, que hegemonizan las calles. Priman los cuidados ante el calor, ante las posibles provocaciones, ante las veredas rotas que dificultan el andar. Son miles de gotas que forman ese mar de cuerpos que fluyen desde el Congreso hacia la Plaza de Mayo.
Los carteles en las manos dicen: 'Contra tu odio, + resistencia', 'Ser quien soy no es mi ideología es mi identidad', 'Que los fachos vuelvan al closet', 'Nos quieren en las sombras pero brillamos fuerte'. Una joven que no llega a los treinta con anteojos negros y el pelo recièn mojado porta un cartón escrito con fibrón: 'Feliz natalicio María Elena Walsh, estamos tratando de salir del mundo del revés'. Un pibe levanta su pancarta con Lali Espósito en forma de estampita y una consigna que señala: 'Qué tiempos serán los que vivimos que hay que defender lo obvio'. Pasa un señor de unos sesenta años con una remera con el rostro de Batato Barea, el mítico actor que brilló en el under argentino de los ochenta. Hay también banderas y pancartas que rinden tributo a Susy Shock, Diana Sacayàn, Lohana Berkins.
Un grupo de cinco señoras de alrededor de setenta años comparte un abanico con los colores de la bandera LGBT+. Se apantallan unas a otras, tratando de colectivizar el viento fresco: los colores del arco iris son también los de la bandera de la cooperación.
Sofía Machio nació en Junín y se fue a vivir a Buenos Aires para estudiar Comunicación en la UBA. Hoy es productora de FM La Tribu y TUGO. Dice que hoy se mezcló la sensación de las Marchas del Orgullo y las del 24 de Marzo, las carrozas festivas y el cántico popular de Madres de la Plaza, el pueblo las abraza. 'Había ganas de juntarse a defender derechos en un sentido amplio', explica.
El actor y productor nacido en Chacabuco Mathías Carnaghi marcha junto al colectivo Teatro por la Identidad. 'El gobierno de Milei presenta características fascistas con estos discursos que fomentan el odio. La respuesta que tenemos es marchar para que no vuelvan a pasar estos episodios de violencia y discriminación', afirma.
Un hombre en bici traslada un parlante con la marcha peronista al palo. Un grupo de chicos con la remera de la Fundación Huésped pasa al lado de la columna de la UOCRA. Una adolescente le pregunta a otra: 'Tu mamá con quién venía'. Hay carteles por la resistencia originaria, por el aborto legal, por los despedidos del Hospital Laura Bonaparte. Otros que piden plata para los jubilados y no para el FMI, reclaman que devuelvan los medicamentos a los abuelos. Un señor tiene entre sus manos un cartón que dice: 'Nunca Más. Nunca Más'. Una mujer le cuenta a una movilera que es la primera vez que viene a una marcha, que le parecen aberrantes las palabras del presidente, que tiene nietos y no quiere que este sea el futuro de la Argentina. A su lado, su sobrino se emociona, entre lágrimas dice que es su tía y que fue la única de la familia que bancó su elección de género. Las luchas se entremezclan y confluyen.
Debajo de la bandera de Abuelas de Plaza de Mayo y el CELS, la docente e investigadora del Instituto de Justicia y Derechos Humanos de la Universidad de Lanús, Valeria Barbuto, dice que el discurso de Milei en Davos tocó una fibra social que no había tocado otra cosa. 'Es una marcha muy diversa. Es histórico que todas las centrales sindicales y los partidos políticos convoquen a movilizarse a favor de los derechos de las mujeres y las diversidades. Es muy preocupante que nuestras hijas no puedan vivir en un mundo de libertades. Se ven muchos menores de 20 y también muchas personas mayores que sienten que, en las últimas décadas, por primera vez, pudieron formar familias no binarias. Hoy se derrumbaron muchas limitaciones autoimpuestas por colectivos y organizaciones'. Valeria señala a tres mujeres mayores que, después de marchar, se sentaron a tomar algo en un bar de la calle Hipólito Yrigoyen. Están cerca de la ventana y muestran un cartón escrito con fibrón negro: 'Antifascista'. No lo esconden, no lo tiran: lo exhiben.
Alguien vende stickers aptos para termo de Messi, Riquelme, Maradona, un grupo se mueve hacia las calles laterales, en busca de sombra. Pasa un adolescente de la mano de una mujer, llevan unas remeras que tienen la leyenda: 'Adopten niñes grandes'.
Sofía Maschio dice que la caída de la empatía se recupera con organización y marchas: 'Todo bien con las redes sociales, pero la esperanza para la regeneración de los lazos está en juntarnos en las calles'. Mathías Carnaghi manifiesta que para recuperar la empatía hay que generar conciencia, que el odio genera violencia, pero que el amor genera más amor.
El sol empieza a caer, un cartel queda pegado sobre un paredón de la avenida Rivadavia. 'Hay que abrir el corazón, no hace falta mucha ciencia', se lee en este atardecer caluroso y lleno de potencia.