Una oportunidad para las localidades

La salida de la pandemia del covid-19 aceleró una tendencia que se venía dando desde años anteriores, en relación a personas y familias de grandes conglomerados urbanos que decidieron salir en busca de pequeñas ciudades y pueblos del interior. En algunos casos, el objetivo fue radicarse definitivamente en esos lugares, y en otros contar con sitios de descanso o esparcimiento para los fines de semana. En nuestro partido algo de eso también se dio y hoy en algunas de las localidades funcionan emprendimientos gastronómicos que sábados y domingos reciben a numerosos visitantes. Inclusive, está el caso, en Castilla, de un camping que funciona desde hace casi cuatro y, especialmente en los meses de primavera y verano, recibe a cicloturistas que hacen allí un alto en su camino. Hasta ahora, se trata de distintas experiencias que han tenido buena repercusión y año a año amplían sus horizontes. Esta revalorización de las localidades, por lo que significan en términos de tranquilidad y contacto con la naturaleza, también se expresa a nivel inmobiliario a través de la compra-venta de terrenos o casas que se encontraban desocupadas, lo que podría hacer que el proceso de despoblamiento que se registra desde hace décadas pueda empezar a revertirse. Para ello, harán falta comunidades dispuestas a recibir con los brazos abiertos a los nuevos vecinos así como un Estado en condiciones de ampliar sus servicios y, sobre todo, de organizar los nuevos desarrollos urbanísticos que puedan surgir.
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