YO. ¿QUÉ?

CONTRATAPA / Por Juliana Chacón
En estos años la cultura del yo se enaltece sobre monumentos cada vez más pétreos. Hace unos días vengo pensando en las fórmulas yoicas que dan recetas acerca de cómo ser yo, en medio de un contexto alienante, cómo defender ese yo de vínculos que ponen en crisis su concepción: no soy yo, es la gente de la que me rodeo, yo tengo que cuidar a yo y yo para ser mejor yo tiene que hacer una hora de deporte al día, yo tiene que meditar, yo tiene que ser una buena madre (o padre según el caso) y aplicar las siguientes fómulas…, yo tiene que comer sano, yo tiene que salir con sus amigas, yo tiene que viajar, yo tiene que ser una exitosa profesional… Y así podría seguir con listas infinitas que pretenden convertir al yo en una especie de máquina, Frankenstein, robot. Pero yo soy yo. ¿Y qué es yo? No es lo que era. Je suis autre (Yo soy un otro).
Arthur Rimbaud le escribió a Georges Izambard: 'Por el momento, lo que hago es encanallarme todo lo posible. ¿Por qué? Quiero ser poeta y me estoy esforzando en hacerme Vidente: no lo entendería en absoluto, y casi no podría explicárselo. Se trata de llegar a lo desconocido por el desarreglo de todos los sentidos.
Los sufrimientos son enormes, pero hay que ser fuerte, haber nacido poeta, y yo me he reconocido como poeta. No es culpa mía en absoluto. Está mal decir: yo pienso: deberíamos decir: Se me piensa —Perdón por el juego de palabras—.
Yo es un otro. Tanto peor para la madera que se descubre violín, ¡y desafía al inconsciente, que ergotiza sobre lo que ignora por completo!
No eres un maestro para mí. Le regalo esto: ¿es sátira, como usted diría? ¿Es poesía? Es siempre fantasía. —Pero, se lo ruego, no subraye con lápiz ni —demasiado— con el pensamiento.'
Soy, dice Rimbaud. Soy un otro.
Ser o no ser, esa es la cuestión, escribió Shakespeare en Hamlet. ¿Y cuándo se es? Se es con otros. Yo no es yo sin vos, sin él o ella. Yo es la primera persona del singular. Yo no es nadie hasta tanto alguien lo diga y en ese mismo acto replete de sentido la palabra vacía. Yo es yo, pero también cualquier otro que lo diga. Es tan vacío y tan sin sentido que nada significa fuera de la puesta en acto del lenguaje. Yo es nadie.
Acorralado por el cíclope Polifemo, Odiseo le dice: '¡Cíclope! Preguntas cuál es mi nombre ilustre, y voy a decírtelo; pero dame el presente de hospitalidad que me has prometido. Mi nombre es Outis (nadie), y Outis me llama mi padre, mi madre y mis compañeros todos'. Polifemo amenaza con devorar a cada uno de los compañeros y al mismo Odiseo. Entonces Odiseo le clava la lanza en su único ojo y logra huir. Polifemo grita llamando a sus hermanos para que lo socorran y atrapen a quien lo había herido. Nadie (Outis) lo había herido.
Yo es Nadie, dice Odiseo.
La poeta uruguaya Idea Vilariño le respondió a Elena Poniatowska en una entrevista: "No sé cómo decirte qué es la poesía para mí. Es una forma de ser, de mi ser. Todo lo demás de mi vida son accidentes. Pude ser profesora o no. Sola o no. Música o no. Traductora de Shakespeare o no. Estudiosa de la prosodia o no. Todas las cosas que amé y que realicé en la medida que pude. La poesía no fue accidental. Mi poesía soy yo…'.
Yo soy yo. Soy o no soy. Soy un otro. Soy nadie. Mi poesía soy.
Sin otros no hay yo. Sin vos, sin él o ella, no hay nosotros. Yo soy nosotros, gracias a vos, a él, a ella, pese a mí, a vos, a él, a ella. Soy este cúmulo de contradicciones.
'Concédenos este día/ en el que marcar nuestro nombre.// Cuántas veces la mitad de nuestro cuerpo/ no nos pertenece,// nuestro ser convertido en un navío/ de células no humanas.// Para ellas somos/ remolque de una existencia,// esenciales./ Un país,// un continente,/ un planeta.// Microbioma humano sus rizadas formas/ esbozando vida bajo nuestra vida, fuera// y dentro de este cuerpo./ No,// no me llames yo,/ mi nombre es nosotros.// Nuestro nombre es lo que somos,/ nuestra carga es nuestro nombre', dice el poema de Amanda Gorman.
Yo también soy nosotros. Somos nosotros, como en el poema de Manuel Marchioni: 'Nuestro amor es un país/ con sus hospitales/ rodeados de paraísos/ sus panaderías/ crisol de razas/ en cola de domingo'.
Nosotros somos yo más yo más yo. No hay monumentos que se nos erijan ni formulaciones para serlo.
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