'Los equipos de Cuidados Paliativos evitan tratamientos innecesarios, invasivos y costosos'

A través de los recortes presupuestarios, el Gobierno de Javier Milei desmanteló el programa de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer (INC). La consecuencia directa es un aumento en el número de pacientes que no recibirán atención de personal calificado en la materia, así como la interrupción de la provisión de morfina y metadona, medicamentos esenciales para el tratamiento del dolor severo. Además, se suspenden las becas y cursos de formación para profesionales de cuidados paliativos, lo que afectará la disponibilidad de personal capacitado en el futuro. Santiago Molina, médico generalista y especialista en Cuidados Paliativos, explicó los alcances de está especialidad fundamental para pacientes y familias de todo el país.
Argentina cuenta con una Ley de Cuidados Paliativos, aprobada por amplia mayoría en la Cámara de Diputados durante el 2022, que busca mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas en el final de sus vidas, garantizando el tratamiento integral y personalizado de los pacientes en el ámbito público y privado, así como el acompañamiento a sus familias.
Santiago Molina, médico generalista y especialista en Cuidados Paliativos que trabaja actualmente y reside en la provincia de Río Negro, explica que los equipos de paliativos trabajan con pacientes con enfermedades oncológicas o no, avanzadas, generalmente en estadio terminal, priorizando el control de síntomas y la calidad de vida, y 'evitando tratamientos innecesarios, invasivos y costosos', y que 'el desmantelamiento del programa afecta sobre todo a la divulgación y formación de profesionales', pero además, 'es fundamental contar con opioides (morfina, metadona, tramadol entre otros ) y recursos humanos y materiales otros para poder hacerlo'.
Los cuidados paliativos ofrecen un abordaje integral de la enfermedad, atendiendo no solo los aspectos físicos, sino también los psicoemocionales y sociales, incluyendo el control del dolor y otros síntomas, apoyo psicológico y emocional al paciente y su familia, asesoramiento nutricional y acompañamiento espiritual. 'Si bien el dolor es un síntoma frecuente, los cuidados paliativos abarcan otros aspectos, y el impacto psicoemocional es fundamental", destaca Molina. "Al abordar otras perspectivas, se pueden desandar cuestiones que van más allá de lo farmacológico", agrega.
Los síntomas atendidos incluyen falta de aire, fatiga, angustia, pérdida de apetito, diarrea y constipación, entre otros. Además, explicó que 'no solo se trabaja con el paciente sino con sus familias, que muchas veces son sus cuidadores y acompañantes y también -a medida que la persona pierde funcionalidades por el avance de la enfermedad- van claudicando. Entonces también hay que estar cerca de ellos. Tienen un montón de preguntas que uno va a respondiendo como puede'.
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